Escuchar un iPod durante una tormenta podría traerte más que canciones electrizantes. Un corredor canadiense sufrió quemaduras en forma de Y en su pecho y cuello, tímpanos destrozados y la mandíbula rota cuando parte de la energía de un rayo viajó a través de su reproductor de música.
El verano anterior, un adolescente de Colorado sufrió heridas similares al caer un rayo cerca de él mientras escuchaba su iPod al podar el césped. Los paramédicos y médicos de emergencias reportan haber tratado a otros pacientes con quemaduras provenientes de accidentes extraños al utilizar aparatos electrónicos tales como reproductores MP3, beepers, celulares y computadoras portátiles en exteriores durante una tormenta.
Michael Utley, un antiguo corredor de bolsa de West Yarmouth, MA, quien sobrevivió un impacto de descarga durante un partido de golf ha podido rastrear 13 casos de personas que han sido golpeadas por rayos mientras hablaban por celular. Los casos están documentados en Struck By Lightning
A diferencia de algunas leyendas urbanas y reportes mediáticos, los aparatos electrónicos no atraen los rayos del modo que un árbol alto o un pararrayos lo hacen.
"Golpeará donde tenga que hacerlo, pero una vez que entra en contacto con metales, éstos últimos conducen electricidad, declara la doctora Mary Ann Cooper, del American College of Emergency Physicians y especialsta de emergencias en el Centro Médico de la Universidad de Illinois en Chicago.
Cuando un rayo crea un arco (descarga momentánea por ionización del aire) hacia una persona, usualmente circula sólo por la piel, pero el metal presente en aparatos electrónicos, joyería o monedas en un bolsillo puede causar quemaduras por contacto y exacerbar el trauma.
Una portavoz de Apple declinó cualquier comentario. Los empaques de los iPods y algunos otros reproductores incluyen advertencias en contra de su uso bajo lluvia, sin embargo, las descargas pueden ocurrir aún a gran distancia de una tormenta, de tal modo que los expertos en seguridad contra rayos han sugerido que "cuando haya truenos, resguárdese en interiores".
Jason Bunch, de 18 años, manifiesta que ni siquiera había lluvia, pero sí una tormenta en la distancia. Un rayo cayó sobre un árbol cercano, circuló y lo golpeó. Bunch, quien escuchaba al momento del accidente a Metallica mientras cortaba el césped de su casa en Castle Rock, CO, aún continúa con un daño auricular leve, a pesar de dos cirugías reconstructivas para reparar los tímpanos rotos. Sufrió quemaduras provocadas por los cables de los audífonos a los lados de su cara, una terrible quemadura en su cadera, provocada por la explosión del aparato, y una línea a un lado de su cuerpo, aun cuando el cable del iPod estaba sobre su camisa. Su madre manifiesta que es un verdadero milagro que haya sobrevivido.
El atleta canadiense sufrió heridas peores, de acuerdo a un reporte en la última edición del New England Journal of Medicine. El individuo, un dentista de 39 años del área de Vancouver, escuchaba su iPod mientras trotaba bajo una tormenta cuando, de acuerdo a testigos, un rayo impactó un árbol a menos de un metro suyo y saltó a su cuerpo. La descarga arrojó al hombre a 3 metros de distancia y causó quemaduras de segundo grado en su pecho y su pierna izquierda.
La corriente eléctrica dejó líneas rojas de quemaduras desde el pecho, donde estaba el iPod, hasta los lados de su cuello. Rompió ambos tímpanos, dislocó algunos huesos internos del oído que transmiten las ondas sonoras y rompió la mandíbula del hombre en 4 pedazos, según el doctor Eric Hefferman, un radiólogo del hospital general de Vancouver.
La herida ocurrió hace dos veranos y a pesar de haber estado en tratamiento, el individuo todavía tiene menos de 50% de audición a cada lado, debe portar audífonos y no puede escuchar sonidos de alta frecuencia.
En otro caso, hace algunos años, la corriente eléctrica proveniente de un rayo circuló por el beeper de una persona, quemándolo a él y a su novia, quien estaba apoyada sobre él, manifestó el Dr. Vince Mosesso, del Centro Médico de la U. de Pittsburgh.
La ruptura del tímpano es considerada la lesión auditiva más común en casos de descarga atmosférica, apareciendo según estimaciones en un 5 a 50% de casos, esté o no involucrado un aparato electrónico. Las lesiones en la mandíbula sí son extremadamente raras.
El verano anterior, un adolescente de Colorado sufrió heridas similares al caer un rayo cerca de él mientras escuchaba su iPod al podar el césped. Los paramédicos y médicos de emergencias reportan haber tratado a otros pacientes con quemaduras provenientes de accidentes extraños al utilizar aparatos electrónicos tales como reproductores MP3, beepers, celulares y computadoras portátiles en exteriores durante una tormenta.
Michael Utley, un antiguo corredor de bolsa de West Yarmouth, MA, quien sobrevivió un impacto de descarga durante un partido de golf ha podido rastrear 13 casos de personas que han sido golpeadas por rayos mientras hablaban por celular. Los casos están documentados en Struck By Lightning
A diferencia de algunas leyendas urbanas y reportes mediáticos, los aparatos electrónicos no atraen los rayos del modo que un árbol alto o un pararrayos lo hacen.
"Golpeará donde tenga que hacerlo, pero una vez que entra en contacto con metales, éstos últimos conducen electricidad, declara la doctora Mary Ann Cooper, del American College of Emergency Physicians y especialsta de emergencias en el Centro Médico de la Universidad de Illinois en Chicago.
Cuando un rayo crea un arco (descarga momentánea por ionización del aire) hacia una persona, usualmente circula sólo por la piel, pero el metal presente en aparatos electrónicos, joyería o monedas en un bolsillo puede causar quemaduras por contacto y exacerbar el trauma.
Una portavoz de Apple declinó cualquier comentario. Los empaques de los iPods y algunos otros reproductores incluyen advertencias en contra de su uso bajo lluvia, sin embargo, las descargas pueden ocurrir aún a gran distancia de una tormenta, de tal modo que los expertos en seguridad contra rayos han sugerido que "cuando haya truenos, resguárdese en interiores".
Jason Bunch, de 18 años, manifiesta que ni siquiera había lluvia, pero sí una tormenta en la distancia. Un rayo cayó sobre un árbol cercano, circuló y lo golpeó. Bunch, quien escuchaba al momento del accidente a Metallica mientras cortaba el césped de su casa en Castle Rock, CO, aún continúa con un daño auricular leve, a pesar de dos cirugías reconstructivas para reparar los tímpanos rotos. Sufrió quemaduras provocadas por los cables de los audífonos a los lados de su cara, una terrible quemadura en su cadera, provocada por la explosión del aparato, y una línea a un lado de su cuerpo, aun cuando el cable del iPod estaba sobre su camisa. Su madre manifiesta que es un verdadero milagro que haya sobrevivido.
El atleta canadiense sufrió heridas peores, de acuerdo a un reporte en la última edición del New England Journal of Medicine. El individuo, un dentista de 39 años del área de Vancouver, escuchaba su iPod mientras trotaba bajo una tormenta cuando, de acuerdo a testigos, un rayo impactó un árbol a menos de un metro suyo y saltó a su cuerpo. La descarga arrojó al hombre a 3 metros de distancia y causó quemaduras de segundo grado en su pecho y su pierna izquierda.
La corriente eléctrica dejó líneas rojas de quemaduras desde el pecho, donde estaba el iPod, hasta los lados de su cuello. Rompió ambos tímpanos, dislocó algunos huesos internos del oído que transmiten las ondas sonoras y rompió la mandíbula del hombre en 4 pedazos, según el doctor Eric Hefferman, un radiólogo del hospital general de Vancouver.
La herida ocurrió hace dos veranos y a pesar de haber estado en tratamiento, el individuo todavía tiene menos de 50% de audición a cada lado, debe portar audífonos y no puede escuchar sonidos de alta frecuencia.
En otro caso, hace algunos años, la corriente eléctrica proveniente de un rayo circuló por el beeper de una persona, quemándolo a él y a su novia, quien estaba apoyada sobre él, manifestó el Dr. Vince Mosesso, del Centro Médico de la U. de Pittsburgh.
La ruptura del tímpano es considerada la lesión auditiva más común en casos de descarga atmosférica, apareciendo según estimaciones en un 5 a 50% de casos, esté o no involucrado un aparato electrónico. Las lesiones en la mandíbula sí son extremadamente raras.
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